LA TAMBORRADA DE SAN SEBASTIÁN

Si por algo destaca San Sebastián – además de por su belleza indiscutible – es por las tradiciones que, a lo largo de los años, se han convertido en su seña de identidad y que los donostiarras lucen con orgullo. Como la Tamborrada, una emocionante celebración, vibrante y llena de ilusión que rinde homenaje a la historia y cultura de esta ciudad, organizada por gremios artesanales, sociedades gastronómicas y entidades culturales.

1. CÓMO SE CELEBRA LA TAMBORRADA DE SAN SEBASTIÁN

Cada 20 de enero a las 00:00h comienza la fiesta más importante para los donostiarras: el Día de San Sebastián. El primer acto de esta celebración es la izada de la bandera de la ciudad, organizada en la Plaza de la Constitución y acompañada por la sociedad gastronómica Gaztelubide, que se encarga de tocar por primera vez la Marcha de San Sebastián.

Durante 24 horas y en honor al patrón de la ciudad, adultos y niños recorren con orgullo – tocando sus tambores y barriles – las calles de la ciudad. Este momento del año, realmente especial, termina a las 00:00h del día 21 de enero con la arriada de la bandera. En este caso, es la sociedad Unión Artesana la que se encarga de entonar la marcha en la misma plaza en la que empieza la fiesta.

Las distintas compañías de la Tamborrada de adultos recorren durante un día entero las calles de San Sebastián acompañados por las melodías del compositor Raimundo Sarriegui. Lo más curioso de ver en este bonito desfile es la vestimenta de los participantes: el Tambor Mayor, la figura más importante, ya que dirige la Tamborrada; los soldados, que se visten de militares napoleónicos; las cantineras, acompañando siempre a las abanderadas; los gastadores, que llevan cubiertos gigantes al hombro, seguidos por los cocineros; y las aguadoras, representando a las mujeres que acudían a por agua.

Uniformados en representación a la infantería, artillería, caballería e ingenieros – y las niñas al igual que los mayores de cantineras y abanderadas – la Tamborrada infantil da comienzo a las 12:00h del mediodía en el Ayuntamiento de San Sebastián. Tras una hora tocando con sus tambores y barriles distintas canciones, inician su recorrido por el centro de la ciudad, hasta terminarlo en los jardines de Alderdi Eder.

3. DÓNDE VER LA TAMBORRADA DE SAN SEBASTIÁN

La Tamborrada de San Sebastián recorre todos los barrios de la ciudad a lo largo de sus 24 horas. Desde Alza, pasando por Gros y Egia, llegando a la Parte Vieja y el Centro y continuando por Amara y Antiguo, en cualquier rincón de la ciudad podrás disfrutar de esta tradición. ¡Organiza tu propio recorrido y aprovecha al máximo del Día de San Sebastián!

Por aquel entonces, las sociedades gastronómicas eran las que se encargaban de izar la bandera – en muchos casos, la propia bandera de la sociedad – en sus sedes. Pero en 1924, la tradición cambió y la izada se celebró en la Plaza de la Constitución, donde se encontraba el ayuntamiento. Desde entonces, y aunque en 1947 la izada de la bandera se organizara en Alderdi Eder – a donde se había trasladado el ayuntamiento –, la Tamborrada de San Sebastián comienza siempre – con la izada – y termina – con la arriada – en la Plaza de la Constitución.

5. HISTORIA DE SAN SEBASTIÁN

La Tamborrada de San Sebastián es más que una celebración anual; es una representación vívida de la historia, la resistencia y la identidad cultural de esta ciudad. A través de la música, la vestimenta y la camaradería, la Tamborrada continúa siendo un evento de lo más querido que une a los donostiarras en una celebración única.

Si estás en la ciudad el fin de semana del 19 de enero, no puedes perderte el Día de San Sebastián ¡Prepárate para sumergirte en una experiencia que resonará en tu memoria mucho después de que los tambores y barriles hayan dejado de sonar! Además, la ciudad te ofrece un sinfín de planes y actividades para exprimir al máximo tu próximo viaje, ¡descúbrelos en las guías de San Sebastián!

6. ¿TE ANIMAS CON LA MARCHA?

Aquí te dejamos la Marcha de San Sebastián – en euskera y su traducción al castellano –, para que puedas sentirte uno más en esta bonita tradición.