Participantes
De 2 a 7 persona/s
Precio
Precio 2 personas: 325€
Persona extra: +85€
Niños (10-17): +85€
Para grupos mayores de 6 personas contacta con nosotros
De 2 a 7 persona/s
Precio 2 personas: 325€
Persona extra: +85€
Niños (10-17): +85€
Para grupos mayores de 6 personas contacta con nosotros
1/4
3h
INCLUYE
Guía profesional, bici electrica, tickets Monte Igueldo, bebida y pintxo.
NO INCLUYE
Comidas, bebidas y entradas que no figuran en el apartado anterior
HORARIO
11.00h y 17.00h
The wall
Arrancamos a los pies del monte Ulia, en el barrio surfero y joven de San Sebastián, Sagües, al que la gente local, joven y guapa (esto no lo podemos garantizar siempre) acude a despedir el día. Es allí, junto a ‘el muro’ (the wall) se encuentra la escultura de la paloma de la paz de Nestor Basterretxea, un emblema de la ciudad que reivindica la importancia de la paz, la libertad y la convivencia.
River of architecture
Tras recorrer la playa de la Zurriola llegamos al río Urumea, el lugar en el que te pondremos al día de las principales corrientes arquitectónicas de San Sebastián, casi todas apreciables desde aquí. ¿Un edificio galardonado con el Contemporary Architecture Prize Mies van der Rohe? Aquí está. ¿Racionalismo vasco inspirado por la Bauhaus? También. ¿Modernismo europeo con vistas al río? Lo tenemos. ¿Edificios que parecen robados de una calle de París? Un buen puñado.
Urgull’s waiting
El segundo monte de nuestro trayecto es Urgull, un antiguo fuerte militar que ha protegido la ciudad durante siglos. A sus pies está la ‘Construcción vacía’ de Jorge Oteiza, otro ejemplo de arte vasco contemporáneo y gigantesco (como ya os habréis dado cuenta, a los vascos nos gustan las esculturas extrañas y descomunales) desde donde se obtienen inmejorables vistas de la bahía de La Concha. De ahí pasaremos al puerto pesquero y a las puertas de acceso a la Parte Vieja. No hay mejor lugar que éste para hablar del mar, de los vascos y de la relación que han tenido ambos a lo largo de la historia. También hablaremos de comida (tan importante para los vascos como el propio mar).
La Concha ride
Os podéis sentir muy afortunados por disfrutar de los 2,5 kilómetros que separan el Ayuntamiento (que fue uno de los casinos más importantes de la Europa de la Belle Epoque) de la escultura del Peine del Viento de Eduardo Chillida, en el otro extremo de la bahía. ¿Qué veréis? Una bahía con la forma perfecta de una ‘shell’, un balneario que lleva funcionando más de 120 años (La Perla), unos árboles centenarios (se llaman ‘tamarices’ pero la gente los llama erróneamente ‘tamarindos’) que se retuercen por la fuerza del viento marino o un palacio (Miramar) que fue el lugar de veraneo de los Reyes de España durante varios años.
Take me to the top
Dicen que Dios hizo una maqueta del paraíso y que una vez construido éste, conservó la maqueta, naciendo así San Sebastián. Para comprender (y disfrutar) la belleza natural de San Sebastián, subiremos a lo alto del monte Igueldo desde donde se obtienen las vistas más alucinantes de la ciudad. Allí conoceremos algo de la historia del País Vasco, la bahía de Bizkaia y el papel de San Sebastián en todo ello. ¿Puede alguien hacerse rico comerciando con lana? Sí. ¿Se fabricaban en la Euskadi del siglo XVI barcos de una calidad y reputación similar a la que tienen actualmente los coches de Ferrari y Porsche? También.
Two squares, two worlds.
Finalmente, pararemos en dos plazas que representan muy bien el carácter donostiarra: por un lado la plaza Easo (popular, joven, viva, canalla) y por otro, plaza Gipuzkoa: romántica, parisina, a little posh, ajardinada y tradicional. De ahí regresaremos a Gros para acabar el tour al más puro estilo donostiarra: con un pintxo, una copa de vino y un brindis en la calle más trendy del barrio.